viernes, 1 de agosto de 2008

Corresponsales escolares

¡Hola juventud! Hoy hemos coordinado con nuestras dos dilectas alumnas: Rubi y Jackelin. quienes son corresponsales escolares de nuestra I.E. ante el diario El Comercio. Ellas estaban muy preocupadas referente a la presentación del periódico que se comprometieron realizar. Al llamado que nos hicieron, fuimos diligentemente y me alegró bastante cómo actúan responsablemente y con autonomía. Para empezar no habían considerado el nombre que les sugerí y, más bien, lo han denominado El Chillón del Norte. Actitud que reconocí y felicité. Han demostrado que tienen potencialidades para resolver los problemas con autonomía y responsabilidad, gracias a la formación integral que reciben de casa y la escuela. Eso nos satisface de sobre manera. ¡Vamos bien!

A continuación presentamos un poema inédito del dilecto maestro Julio Yovera Bayona, dedicado por entero al estudio de la obra de nuestro vate universal.

Homenaje a la Piedra Negra

César Vallejo,
te damos las gracias
por tu poesía, que es
árbol frondoso cuyo fruto
es la vida.

Agua
que calma a los sedientos
que transitan por los caminos
del planeta.

Luz
que alumbra
como antorcha
el corazón y la mente
de los hombres de todos los pueblos.


Te damos las gracias
por tu prosa,
vital como la cordillera andina,
solidaria como la pachamama,
lozana como la flor de capulí.


Te damos las gracias
por el amor que le brindas
a los desheredados
de la tierra.


Te damos las gracias
porque amas
con dimensión de padre
a los niños del mundo.


Te damos las gracias
por tu vocación de peregrino incesante,
que reparte esperanza.



Te damos las gracias
porque te identificas
con los que sueñan
y luchan
con una patria libre
y por eso
conviertes en pan
tu poesía.


Te damos las gracias
porque echando tus pasos
por las calles de París,
por los centros fabriles de Moscú,
por los campos de España
te haces militante
de la vida,
modelo del hombre nuevo,
Apóstol del día que vendrá.


Te damos las gracias
y te pedimos que perdones
nuestra osadía.

(Es que tú no naciste
un día que Dios
estuvo enfermo).


Tú naciste
un día que Dios
reflexionaba
sobre el destino
de su propia creación.

El soldado de la lectura.