jueves, 17 de abril de 2008

¡A Valdelomar, no debemos olvidar!

¡¡Hola juventud!! Al escribir novedades de abril nos percatamos que el 7 de abril de 1888 nació don Abraham Valdelomar en Pisco. Recordamos que el gran poeta chileno Pablo Neruda quedó deslumbrado al conocer el soneto Tristitia del elegante escritor peruano. Neruda reconocía que Valdelomar había realizado una magnífica descripción con el uso de palabras sencillas y donde destaca la ausencia de verbos. Deleitémonos con tan magnífica primera estrofa, donde el autor nos dice cómo fue su infancia:
Mi infancia que fue dulce, serena, triste y sola
se deslizó en la paz de una aldea lejana,
entre el manso rumor con que muere una ola
y el tañer doloroso de una vieja campana.
Además, esta fecha nos sirve para recordar el estilo irónico del autor al escribir Las neuronas de Valdelomar:
Lo que en Europa llaman ánade, nosotros decimos pato;
lo que ellos llama libélula, nosotros decimos chupajeringa;
lo que ellos llaman cerdo, nosotros decimos chancho.
Terminamos señalando que lo más importante que nos legó Valdelomar es ser originales, creativos y comprometidos con valorar y difundir lo nuestro. Si bien es cierto que Valdelomar fue un hombre que se caracterizaba por vestir elegantemente y actuar con aires aristócratas, sin embargo sus obras literarias son sencillas pero bellamente elaboradas, para el deleite de niños y jóvenes, adultos y ancianos; en ciernes para todos los gustos. Jamás olvidaremos a los clásicos cuentos como El caballero Carmelo o El vuelo de los cóndores, entre otros. ¡Vamos bien!