¡¡Habla juventud!! Hoy fui temprano al aeropuerto Jorge Chávez a esperar a Ivy, mi hija mayor que retornaba de un viaje de estudio. Llegué una hora antes de su arribo; por lo que me puse a caminar por los ambientes de espera y me percaté de un joven con anteojos bien sentado en el piso y devorando hoja por hoja El Comercio, le quedé mirando porque daba gusto y alegría ver con que placer leía el diario, sin importarle nada. Ni el frío del piso ni la mirada placentera del soldado de la lectura distraín a tan concentrado lector. Recordé un artículo del filósofo Savater, donde cuenta cómo halló a un joven lector en un restaurante de Bogotá o a la escritora Marina Colasanti que estaba para terminar la lectura de un libro y le avisan que el avión ya había aterrizado y era la última pasajera que no se movía de su asiento. Sorprendida bajó del avión y se sentó en la rampla del aeropuerto para terminar de leer tan bello libro que había escogido. Qué tal coincidencia con el mensaje que nos ha enviado Rubí. Tierna y dulce alumna del 4º B, que tiende a ser el tipo de lector que lo hace por placer y necesidad de aprender más. Lectores que han entendido que la lectura es la llave para abrir las puertas de la vida. Mi estimada Rubí sigue adelante, visita siempre la casa de los libros como ahora lo haces y te estarás convirtiendo en una persona imprescindible para tu familia, tu comunidad y nuestro pueblo. Es cierto Rubí: ¡Viva los libros y los lectores! Vamos bien!
Tenemos el honor de publicar un poema de nuestro dilecto amigo Juan Flores. que a pesar de vivir en las alturas de Puno, no deja de crear hermosos versos que reflejan sus vivencias y esperanzas de un mundo mejor para todos.
.Cc.Percy,en primer lugar mi apreciado saludo a Ud y a todos los compañeros y compañeras, luego agradecerle por el recogimiento noble que hace vuestra consideración a mis versos, los cuales en verdad los voy juntando de la vida cordillerana.Ahí remito otro breve caudal literario extraído de los pies de los wawas bien andinos.Muchas gracias y ahí va.
NIÑO ANDARIEGO CORDILLERANO
Por tus pies de lluvia y tierra
trota el látigo del frío,
el perverso afán del tiempo,
la insolencia del olvido.
Desnuditos hasta el fondo
y sin pan que los alegre,
¡Con qué ganas tan feroces!
la miseria se los muerde.
Crecen duros absorbiendolos
tambores del granizo,
pues persiste en su corteza
la hidalguía del cobrizo.
Tiene temple de relámpago,
se enfurecen en las piedras
y en las garras que usa el suelo
está el cóndor de sus fuerzas.
Se hacen flor de polvo y nieve
en el surco milenario
y sus pétalos se parten
como el triste y viejo tallo.
Las hojotas solo estiman
pedacitos de su aliento,
piden pronto suela y lana
y el talquito del aprecio.
Pastorcitos cuero al aire
de campestre timidez,
su expresión de tierra y hambre
huele a llama-huele a res.
Tempranito en luz negrita
se encadenan al esfuerzo
con tres sorbos de yerbita
hasta el sol cuando haya muerto.
Rescatemos con abrigo,
pan,coraje y libertad
estos pies que nos ha dado
¡Nuestra hermosa antigüedad!
No dejemos que se pierda
ni su ayer,ni su mañana,
¡Qué se pongan lo más lindo
de la suela y de la lana!
JUAN FLORES, peruano.
