El maestro Juan Flores y la realidad

¡Hola juventud! Hemos recibido un bello poema de nuestro dilecto amigo Juan Flores, digno maestro del norte del país, que hoy se encuentra laborando en las alturas de Puno, conversando con el cóndor sobre quién tiene la chalina más bonita. El caso de Juan nos sirve de ejemplo para persistir en que siempre debemos partir de la realidad. Antes nos hacía llegar poemas dedicados a Horacio, a la lucha, al maestro y a la maestra, al SUTEP combativo, estaba en actividad y participaba de las acciones realizadas por el glorioso SUTEP. Ahora maestro cesante, labora en otros menesteres, pero no olvida su compromiso social con los de abajo y dedica sus versos a denunciar el sufrimiento de los niños y niñas. Reflexionemos sobre la niñez, la naturaleza y el olvido de los responsables. ¡Hasta pronto!

Compañeros y comapañeras,con el tiempo de sol cordillerano que he logrado recoger les saludo teniendo seguridad que vuestro ánimo por renovar el pan y la belleza sea del más unido y fértil.
Quiero reiterarles que en estas cumbres autóctonas todavía hay wawas refundidos en el silencio social y telúrico,de seguro que el sonido moderno aún no lame sus oídos de neblina y hielo.Estos pequeños pertenecen a la nieve,al canto tronador del relámpago y a la música húmeda de la lluvia.Miran y solo ven puntas de cerros,agilidad frígida de un río o quebrada.Su carita es una cáscara con grueso espesor de abandono,gripe acumulada, la fiereza del tiempo solitario y anémico hace que estos nuestros niños carguen todo el atropello deshumanizado. Que horizonte opuesto con el de los wawitas de carita chapocita o de los que llevan las huellas calurosas y dulces de la cereza o del tomate sincero y amable de la vida.
Un día al ver y oír a una niña sin un beso de abecedario y sin la brisa de pan, escribí la poesía que ahí les envío.

NIÑA EN TINIEBLAS

Sin anuncios cristalinos de escritura,
sólo el trágico carbón del retroceso,
sin la flor musical de la lectura,

¡Ay sirvienta del fogón y del sembrío!
hilandera con camino al pastoreo,
tu horizonte es un anuncio oscurecido,

te atropella todo el lazo de la historia,
el dereto que incentiva la torpeza,
huele a polvo el esplendor de tu memoria,

no te dan el manantial de la palabra,
el encanto universal del apogeo,
ningún lápiz que encamine tu mirada,

desconces que tu patria da su trigo,
minerales,tanta herencia y toda su alma...
para que avances en la risa,flor y libro,

goces el beso y la acción del pensamiento,
que la aurora sea insignia de tu anhelo
y en ti resalte lo más lúcido del tiempo...

¡Cuándo toda la bondad esté contigo!
¡Cuándo el néctar del saber llegue a tus ojos!
¡Cuándo entonces amanezca el buen camino!

¡BRILLARÁS cual reciente luz del triunfo!
¡Pues tus labios serán puquios elocuentes!
¡Tejerás en hilo dulce el nuevo mundo!.

(Juan Flores).