martes, 18 de marzo de 2008

Canto a Machu Picchu

¡¡Hola juventud!! Queremos compartir con ustedes lo que estamos interactuando con nuestros amigos y amigas de 3º C, con el objetivo de forjar identidad valorando lo que hicieron nuestros antepasados, porque si no se conoce la historia no se pude identificar y defender un pasado glorioso en busca de fortalecer nuestra autoestima y el amor a nuestra Patria. ¡La Patria se defiende hasta con la vida!

Iniciamos esta experiencia con la lectura del texto del maestro Mario Florián, que se titula:

A la grandeza del Antiguo Perú

Aquí un pasado de oro brota su voz eterna,
tras el arco del tiempo desfila su fulgor.
De su vida fraterna nos hablan sus vestigios,
y de su luz de dioses, la luz de su arte en flor.
Hombre de lo presente, jóvenes americanos
que sangre india en las venas y en el alma tenéis,
entrad en este recinto con fiesta de pupilas
a contemplar la magia de quienes descendéis.
Como un mar ancvhuroso colmaos de sus hechos.
Es su obra, vuestra obra de grandeza inspirad.
Y poned en el centro de los siglos futuros
toda la raza como pendón de la humanidad.

Después de realizar la prelectura y el activamiento de los saberes previos, asumimos la lectura modelo, la lectura coral y su respectivo debate, siempre promoviendo la participación activa de nuestros estudiantes.
Para fortalecer lo realizado le presentamos una antología de poemas dedicados a lo más grandioso que nos legó el Tahuantinsuyo: Machu Picchu. Orientando a que escojan el poema que más les gusta y comente por qué le atrae dicha elección.


Alturas de Machu Picchu (Fragmento)
VI
Entonces en la escala de la tierra he subido entre la atroz
maraña de las selvas perdidas hasta ti, Macchu Picchu.
Alta ciudad de piedras escalares, por fin morada del
que lo terrestre no escondió en las dormidas vestiduras.
En ti, como dos líneas paralelas, la cuna del relámpago
y del hombre se mecían en un viento de espinas.
Madre de piedra, espuma de los cóndores.
Alto arrecife de la aurora humana.
Pala perdida en la primera arena.
Ésta fue la morada, éste es el sitio:
aquí los anchos granos del maíz ascendieron
y bajaron de nuevo como granizo rojo.
Aquí la hebra dorada salió de la vicuña
a vestir los amores, los túmulos, las madres,
el rey, las oraciones, los guerreros.
Aquí los pies del hombre descansaron de noche
junto a los pies del águila, en las altas guaridas
carniceras, y en la aurora
pisaron con los pies del trueno la niebla enrarecida,
y tocaron las tierras y las piedras
hasta reconocerlas en la noche o la muerte.

Miro las vestiduras y las manos,
el vestigio del agua en la oquedad sonora,
la pared suavizada por el tacto de un rostro
que miró con mis ojos las lámparas terrestres,
que aceitó con mis manos las desaparecidas maderas:
porque todo, ropaje, piel, vasijas, palabras, vino, panes,
se fue, cayó a la tierra.
Y el aire entró con dedos
de azahar sobre todos los dormidos:
mil años de aire, meses, semanas de aire,
de viento azul, de cordillera férrea,
que fueron como suaves huracanes de pasos
lustrando el solitario recinto de la piedra.

Pablo Neruda. De Canto general, 1950.

Machu Picchu

Machu Picchu,
dos veces me senté en tu ladera
para mirar mi vida.
Para mirar mi vida
y no para contemplarte,
porque necesitamos
menos belleza, padre, y más sabiduría.

Juan Gonzalo Rose.
De Informe al rey y otros libros secretos, 1963.

Quipus -5

Para los ojos muertos del turista, Cusco
es un souvenir, un regalo de bodas, piedra
y tiempo cantada por Neruda, Martín Adán
y otros más pequeñitos como Diego López.
Para quienes arañan los surcos, Cusco
es tierra o muerte
(vale la pena recordarlo).

Hildebrando Pérez Grande. De: Aguardiente, for ever, 1978.

I

Es Machu Picchu
la ciudad donde Dios se desprestigia
porque demuestra que él nunca hizo nada
que se pudiera comparar con ella.
Eso dije una tarde
a los repórteres del cielo que acudieron a verme
a saludar al vasto poeta de la patria
que llegara en un átomo de vozSe publicó en los diarios
del firmamento
y Dios bajó inmediatamente
a averiguar con sus sentidos propios
lo que hubiera de triunfo
en una afirmación tan jardinera
de un hombre célebre como yo hasta el punto
de que es el mundo el único lugar donde no soy famoso.
Y comprobó que el orbe con estrella y luna conseguido
se levantaba todas las mañanas
sin que lo despertasen
que en la epidermis de los Andes
quedaba el aire estacionado
con la intención acaso de vestirlos
que acudían los vientos apurados
a hacer entre las piedras sus diligencias más necesitadas
que el horizonte estaba izado
cual cósmico fanal
para guiar el paso de los días
y evitar que las noches se cayeran en las lagunas próximas
que las cuatro estaciones
sin discutir sus turnos
advenían
en calidad de vuelos tutelares
a proclamar sus nidos en las cumbres
que se había logrado multiplicar los faros naturales
para tener al infinito sometido a una estricta vigilancia
y se había amansado pues nada menos que a la creación
a fin de hacerla provechosa
como si fuese un animal doméstico.
Ante tan altas pruebas de doctorado en geología humana
ante tanta ocasión para sus celos
¿a Dios
súbitamenteno le asomaron predisposiciones
para abdicar y transformarse en hombre?

Alberto Hidalgo. De Patria Completa, 1960.

Economía del Tahuantinsuyo (Fragmento)

Después fue saqueado el oro de los templos del Sol
y puesto a circular en lingotes
con las iniciales de Pizarro.
La moneda trajo los impuestos
y con la Colonia aparecieron los primeros mendigos.
El agua ya no canta en los canales de piedra,
las carreteras están rotas,
las tierra secas como momias,
como momias
de muchachas alegres que danzaron
en Airiway (Abril),
el mes de la Danza del Maíz Tierno,
ahora secas y en cuclillas en Museos
Manco Capac! Manco Capac!
Rico en virtudes y no en dinero
(Manejo: "virtud", "Capcj: "rico")
"Hombre rico en virtudes".
Un sistema económico sin MONEDA,
la sociedad sin dinero que soñamos.
Apreciaban el oro pero era
como apreciaban también la piedra rosa o el pasto
y lo ofrecieron de comida como pasto
a los caballos de los conquistadores
viéndolos mascar metal (los frenos)
con sus espumosas bocas.

Ernesto Cardenal.
De Economía de Tahuantinsuyo, 2005.

Canto a Machu Picchu (Fragmento)

Y yo me moriré.
Porque no me basto.
Pero tú vives, Machu Picchu,
Piedra que se está en su alto.
Piedra que me representa,
Piedra que se está gastando.
Nada será después de mi momento,
Todo ya era cuando yo nacía.
Tras de mi muerte no moriré nunca,
Siempre comenzará la vida.
Todo será como es y, sin embargo,
Todo será variedad, si no, simpatía.
¡Todo será como es porque está ardiendo y doliéndome!
¡Porque no hay otra cosa!
Todo será como es porque no son
Sino mi cuerpo y la nube y tu roca!
Todo, porque yo hablo todavía
Y todo el mundo es oreja de ahora!
¡Y el aire es mi terror, y el río sueña,
Y suena sin cesar, sin verdadera sombra!
¿Dormirás, Alma Mía?
¿Despertarás mañana a tu quehacer?
¿Serás otra vez la que te fuiste?
¿Serás otra vez?
¡Ante esta roca, que te está mirando
Y que te ve,
Y que te ve tremenda con un solo ojo
De mil pies;
Ante esta roca, huir es imposible
Y hay que desnacer y renacer!
Porque ser es necesario,
No hay otro modo de no ser y renacer.
¿Y si no eres, qué eres, qué serás, qué Dios,
Qué intenso ser
Te arrastrará en su furia?

Martín Adán.
De La mano desasida.
Canto a Machu Picchu, 1964.