Hoy rompemos esquemas. Nos sentimos con muchas ganas de escribir gracias al mensaje que nos ha remitido nuestra dulce y generosa lectora Rubí. Hecho que demuestra que la lectura y escritura son dos capaciades indesligables; uno depende de otro. Esa es la auténtica comunicación entre el autor y el lector en diferentes planos; ya que después el lector se transforma en autor, tal como ha sucedido entre nuestra amable y entrañable alumna Rubí, después que ella ha leído el texto sobre la enseñanza de la lectura desde la cuna, llega a las siguientes conclusiones:
1. Los padres influyen mucho en los hábitos de lectura de sus hijos. Mi madre me obsequió un libro grande de cuentos y me enseñó el camino hacia el mágico mundo de la lectura.
2. Los padres que leen motivan la lectura en sus hijos; por eso que mi madre me dio su ejemplo y motivación para deleitarme con los libros.
3. Después de los padres, son los profesores quienes forman lectores; por eso me despido muy contenta por haberme deleitado con tan bonitas publicaciones hechas por usted, El gran soldado de la lectura, ¡Adelante soldado!, ¡Vamos bien!
Para Rubí:
Dulce lectora,
generosa y bella, más que una estrella,
brillas y piensas,
lees y avanzas,
sigue adelante,
el presente es tuyo,
el futuro, también,
gracias a la lectura,
mi dulce lectora.
El soldado de la lectura.
