martes, 13 de noviembre de 2007

Viajando con la lectura

Aquellas personas que han adquirido el gusto por la lectura casi siempre tienen un libro en el desarrollo de sus actividades. Así como tienen una botella de agua mineral en la mano, en la otra portan un libro, sobre todo cuando viajan. El tour es más placentero cuando uno hace lo que le gusta. Se descubrirán muchas cosas más, pero estamos seguros que muchos seguiremos felices acariciando el lomo de los libros y oliendo el aroma de hojas maravillosas que nos brindan conocimiento, paz y reflexión en el duro trajinar de la vida. En Europa, se han implementado con libros los diferentes medios de transporte; así como en el Perú existe una empresa que brinda el servicio de Plan lector, pero el problema es el alto costo de los pasajes, que no pueden ser utilizados por las clases populares. Hay que aclarar que valoramos al libro como un objeto cultural y no como un material de consumo que se usa y se desecha. Por eso hay que aprender a quererlo, acercarse a él con afecto, tratarlo con cuidado y mantenerlo en una digna biblioteca, porque es un instrumento de liberación y cambio en beneficio de la humanidad. Las personas que han adquirido el gusto por la lectura se transforman en modelos a seguir por los niños y niñas que tanto necesitan de prácticas sanas y placenteras que le permitan lograr su desarrollo como seres pensantes, creativos, proactivos y comprometidos con la realidad en aras de transformarla, porque en este contexto en el cual vivimos se torna difícil desarrollar nuestras habilidades comunicativas y cultivar con deleite la literatura . Sólo así estaremos cumpliendo con la máxima del AMAUTA: "Hay que luchar por el pan y la belleza".
¡Vamos bien!