miércoles, 28 de noviembre de 2007

Tres libros más para mi biblioteca


¡Hola juventud! Les cuento que recorriendo las calles de Lima encontré una librería muy peculiar, ya que se dedicaba a expender libros originales pero usados. Esta estación de la cultura queda frente a la Universidad "Federico Villarreal", cerca a la otrora famosa librería "La familia". Después de revisar varios ejemplares minuciosamente, adquirí los textos siguientes:


  • "El yangunturo" de Antonio Andaluz, cuyo contenido conmueve y renueva.

  • "El motelo" de Víctor Morey, donde nos muestra el misterio de la selva.

  • "El alacrán, cran, cran: Zoológico de bolsillo" de José Abel Fernández, hermoso e insólito texto que puede ser un conjunto de poemas en prosa o breves relatos.

Cuánto placer sentí al acariciar los nuevos textos que desde el martes descansan en un rincón bien alumbrado de mi preciada biblioteca. Al escribir este artículo recordé que no le había puesto nombre a tan hermosa casa de los libros, que era mi refugio favorito. Pensé en varios nombres, desde escritores hasta personajes que yo había conocido en la juventud , como el legendario líder magisterial y popular Horacio Zeballos Gámez; pero como nuestra preocupación es promover la práctica del gusto por la lectura en la niñez y juventud decidimos llamarla: "El refugio del lector" como ejemplo a seguir por aquellos que han decidido darle sentido y proyección a su vida para humanizar esta sociedad que no promueve lectores, sino antivalores.


Terminamos señalando que hemos recibido un mensaje de nuestro dilecto maestro Luis Palomino, quién nos saluda y recuerda que el autor de "Ilusiones" es el poeta romántico Carlos Augusto Salaverry. Gracias maestro, este blog existe por tus generosas enseñanzas de Informática que tuviste a bien brindarnos. Al maestro con cariño:


A mi amiga la computadora


Ubicada, muy tranquila, /está mi amiga la computadora. /¡ENCANTADORA!


Coloco mis dedos en su teclado / y escribo apurado, apurado, / para alcanzar una idea / que huye veloz, /¡Qué atroz! / Ya casi la agarro, pero... ¡Ay, escapó!


¿Y SABEN LO QUE PASÓ?


Mi computadora, ella, / mientras yo la miraba / sin creer lo que veía, / escribió esta poesía.


Raúl Schkolnik, chileno.


¡VAMOS BIEN!