¡Hola juventud! Los que estamos comprometidos concientemente con la práctica de la afición lectora sentimos un gran placer al visitar ferias de libros, librerías, bibliotecas, lugares donde podemos encontrar a nuestro amigo: El libro. Ya estamos acostumbrados a cogerlos de la parte superior y acariciar suavemente sus hojas sin mojar los dedos. Sentir su aroma natural nos enrumba al limbo de los sueños, donde sentimos que cada día conocemos más, gracias a nuestro dilecto y eterno amigo. Con qué alegría devoramos sus hojas, aprehendemos el mensaje y nos sentimos satisfechos de ser sus mejores amigos. Es un placer enorme y de mucha significación en nuestra vioda, nos eleva socialmente y nos saca de cualquier apuro por sus sabias enseñanzas. Terminamos señalando una frase que leímos en la Secretaría del Colegio Túpac Amaru de Huancayo: ¡El libro, mi amigo leal!
¡PARA QUÉ MÁS!
El soldado de la lectura.