jueves, 28 de julio de 2011

Gestos inolvidables

“(JMA) Lleno de angustias, temores y esperanzas se mantuvo fiel a su pueblo y a la historia”.
Antonio Melis
A lo largo de 190 años de vida republicana se ha observado la degeneración política e ideológica de individuos, que de una u otra manera, han desempeñado cargos públicos y han generado opinión en el Perú. Una muestra de lo que afirmamos es la ambición desmedida por el dinero y el aprovechamiento de los cargos para poder colmar sus intereses personales a costa de los principios que algún día dijeron ostentar.
La dictadura fujimontecinista y el gobierno del Nerón del Pacífico que hoy fenece, son muestras palpables de la abdicación de principios bajo la influencia del pragmatismo neoliberal. La dictadura mafiosa gestó a los tránsfugas de cuello y corbata, envileció a los dueños de los canales de televisión y desapareció la práctica de principios en el accionar político; inspirados en que el fin justifica los medios y todo se vende y todo se compra.
En el gobierno del Nerón del Pacífico, hábil en el manejo de la fe religiosa popular, han aparecido los famosos despidos arbitrarios de funcionarios oficialistas para cobrar jugosas indemnizaciones, las autocondecoraciones –el caso del ex ministro Cornejo es risible- y las condecoraciones a granel, con el fin de justificar gastos y prácticas deshonestas en las acciones gubernamentales y legislativas. Hecho que no debe perder de vista el gobierno de Gana Perú, ya que pregonó constantemente que la lucha contra la corrupción era lo que les diferenciaba de toda la podredumbre que había gestado el perverso modelo neoliberal, a pesar del crecimiento económico que destacan algunos medios, con el fin de esconder los actos de corrupción que se han incrementado en el reinado neoliberal de las dos últimas décadas.
Al final del gobierno del Altísimo del Pacífico para variar, se han condecorado a personas y medios de diferentes matices. La mayoría de los designados han corrido presurosos a recibir tales distinciones; sin embargo, ha habido excepciones que es necesario resaltar, ya que han pasado casi desapercibidos, porque a la prensa mercenaria no le gusta destacar estos hechos que sirven para sentar posición y ejemplificar lo que es la práctica de principios, tan venida a menos en el mercado neoliberal; porque –según ellos- los principios no se comen y lo que reina es el vil metal: tanto tienes, tanto vales; nada tienes, nada vales.
El Congreso de los otorongos y otras especies –favor no maltratar ni a los perros ni a los pollos- condecoró a algunos medios de prensa en reconocimiento a la trayectoria, imparcialidad y aporte al desarrollo cultural de la sociedad peruana (sic). El diario La República rechazó tal condecoración porque en la campaña electoral 2011, el mismo parlamento que pretendía premiarlo, boicoteó un acto de denuncia contra la corrupción fujimorista; tan firme rechazo es un gesto inolvidable que enaltece a los periodistas y trabajadores de un medio de prensa ejemplo de decencia, decoro e indignación frente a la impunidad.
Gustavo Mohme Seminario, director del periódico, comunicó el rechazo diplomáticamente al presidente del Parlamento cesante y lamentó “haber presenciado un acto de censura y confiscación de material de interés público por indicación de las autoridades del Congreso, en la sala de prensa que lleva el nombre de mi ilustre padre”. (1)
Asimismo, el Ministerio de Cultura pretendió condecorar a la actriz Magaly Solier con la orden Al Mérito por Servicios Distinguidos (sic); tal pretensión fue rechazada por la joven actriz peruana, porque no se prestó al juego de la publicidad e intereses personales del amigo del Presidente; que como dejaba el cargo quería utilizar la figura de la actriz para justificar su paso fugaz e ineficiente en tan importante cartera que no se debe postergar.
El gesto de Magaly Solier nos demuestra que no solo es poseedora de la belleza andina, sino, sobre todo, tiene inteligencia para diferenciar las intenciones oportunistas de los gobernantes de turno. Mientras algunos corrieron presurosos a la condecoración, ella reflexionó y expresó:
Yo solo tengo 25 años de existencia y tal vez ni llego a los cinco de vida pública. Por educación, agradezco el gesto de haber querido condecorarme. Sin embargo, considero realmente que no puedo aceptar…Creo que se debe condecorar a los ciudadanos que realmente han hecho algo por el Perú en educación, deporte, ciencia y cultura. El día que haga algo que impulse a que el país sea respetado, claro que aceptaré (2).
Mensaje sencillo, sincero y ejemplificador que refleja la sabiduría y el accionar del mundo andino, que no han sido contaminados por el capitalismo expoliador y exitista, que forja figuras a su medida: mucha belleza física pero poco seso; gloria y fama a toda costa, el resto no importa. Todos roban, no denuncies, ya te llegará tu oportunidad es su divisa.
Son pocos gestos, pero son, como diría nuestro vate universal; que nos sirven para seguir soñando despierto la forja de una sociedad más humana, donde primen los valores y principios a pesar de la borrasca neoliberal que envilece al ser humano y lo convierte en un ser individualista, egoísta, infraterno y presto a recibir lisonjas de quienes se aprovechan del poder.
Referencias:
1. Diario La República rechazó condecoración del Congreso. En: La República: 22/06/11, p. 4
2. Magaly Solier rechaza condecoración del Gobierno. En: Perú21: 26/07/11, p. 27